Wednesday, June 27, 2007

¿Pérdida de identidad?

Es muy común escuchar que, gracias a la globalización, se está perdiendo nuestra identidad. Tampoco es raro escuchar que firmas internacionales tales como McDonalds, MTv y Nike atentan constantemente contra nuestras raíces y nos quieren volver dependientes de ellos. Es más, existe dentro de nuestra constitución un capítulo entero que delega al estado el deber de preservar y fomentar la cultura de las comunidades indígenas y afroecuatorianas. La otra opción sería encerrarnos en nuestro país, echar a los extranjeros afuera y mantener nuestra cultura intacta; no hacen falta ONGs y grupos de la sociedad civil en Europa y Norteamérica que luchan por estos ideales. Parecería que lo hacen para sus turistas puedan vacacionar en América Latina y encontrar una romántica sociedad intacta, exótica y subdesarrollada.

¿Pero quién decide qué es realmente nuestro y autóctono? ¿La CONAIE? ¿La casa de la cultura? ¿El presidente Correa? ¿Usted? ¿Yo? Nadie se puede reservar el derecho de tal cosa. Pensar que los ecuatorianos, por haber nacido en un lugar específico del mundo, deben adoptar costumbres y comportamientos subjetivamente preestablecidos es inaceptable. La lucha por la identidad colectiva es una lucha arrogante que atenta contra la libertad individual de escoger. Cada uno de nosotros, seamos de donde sea o del color que sea, deberíamos tener el derecho de elegir qué es lo mejor para nosotros mismos. Por eso la identidad debe nacer libremente del individuo y no arbitrariamente del colectivo. Si muchos de nuestros indígenas y afroecuatorianos han preservado mucha de su cultura lo han hecho por su iniciativa propia y no porque un estado intervencionista lo ha decidido.

Además, por abrir nuestras fronteras a extrañas culturas lejanas no vamos a parar de consumir los productos de nuestra tierra. Bien podemos observar que en la España globalizada los españoles no han parado de comer su jamón serrano y beber su buen vino. Tampoco los italianos globalizados han renunciado a su pasta ni a su risotto. Lo mismo ocurre en México, donde después de haber firmado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1993) con Estados Unidos y Canadá, no han perdido sus burritos ni su tequila, y peor aún sus mariachis. Así ha ocurrido en numerosas ocasiones donde la lucha por el desarrollo ha vencido a ciertos nacionalismos estériles que predican el miedo por la pérdida de identidad. Veo muy difícil que los ecuatorianos paremos de consumir nuestros deliciosos cebiches de camarón, los llapingachos, las empanaditas de verde y nos olvidemos de la excelente música del guayaquileño Julio Jaramillo solamente porque permitimos a extranjeros a libremente invertir, hacer dinero y dar empleo en nuestras tierras.

3 comments:

Anonymous said...

excelente reflexión, ahora te planteo una duda, ¿es acaso que esta crisis de identidad y esta aparente búsqueda del pueblo latinoamericano por identificarse no responde más que a las ancias de ser tomado en cuenta en este nuevo mundo, ya globalizado? ¿no estamos perdiendo nuestra identidad al buscarla a pesar que ya la poseemos?
Saludos

Catriela Soleri said...

Creo que la identidad nacional va más alla del mariachi, que en realidad es una mezcla cultural entre Francia y México.

Anonymous said...

bueno, creo que tu reflección es muy interesante, sin embargo me planteó una duda: muy bien has descrito las cualidades mas representativas de otros paises, como son sus costumbres, tradicciones o personajes icónicos, sin embargo, al momento de pensar en un personaje, o alguna característica con la cual poder identificar a nuestro país sin necesidad de recordar los malos gobiernos no se me ocurre nada. Podrías darme algun ícono ecuatoriano conocido tanto por nosotros los latinos en general como por europeos, etc?