Es, sin duda, algo muy normal y frecuente escuchar a varias personas hablar del bien común. Talvez nos parezca que muchos de los males de nuestra sociedad justamente se deben a que no hemos sacrificado nuestros intereses personales por el bien del colectivo. No hace falta recordar que nuestra constitución, nuestras leyes, nuestros medios de comunicación y los discursos de muchos de nuestros políticos están llenos de artículos, frases y lemas que hablan de lo importante que es el bien colectivo y de la necesidad de poner al bien del individuo a un lado. Sin embargo me pregunto, ¿quién decide cuál es el añorado bien común?
Algunas personas piensan que esto es simplemente lo que la mayoría de una sociedad piensa que es necesario; desvalorizando las necesidades que algunas minorías puedan tener. Otros creen que al hablar del “bien común” ya se debería sobrentender que esto es simplemente el bienestar de las grades masas que se puede adquirir a través del uso del Estado (educación pública, salud, seguridad, etc.), no obstante esto llega a ser bastante subjetivo; dependiendo de quien opine. La verdad es que cualquier causa social, política o económica se la puede vender al público como un bien necesario para el colectivo, y es así como se han cometido las peores atrocidades en la historia de la humanidad.
Fue en nombre del bien común es que Pinochet desapareció a miles de chilenos durante la década de los setentas. Asimismo Stalin asesinó a más de 30 millones de personas, y Fidel Castro, irónicamente en nombre del pueblo, es el mayor latifundista del mundo; dueño de toda una isla y sus habitantes. Fenómenos sociales de esta naturaleza ocurren cuando nos dejamos convencer por políticos demagogos que existe un bien colectivo superior por el cual es justificables violar los derechos fundamentales del individuo: a la vida, a la propiedad, y a la libertad.
1 comment:
Si, probablemente lo sea
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